lunes, 16 de junio de 2008

Pontifica Universidad Católica

Facultad de Enfermería

Curso Salud Intercultural














Las Comunidades Mapuches y La Integración Agrícola Tecnológico














Nombre: Fabián Hernán Roa Gutiérrez

Carrera: Agronomía

Profesor: Ángela Castellanos

Fecha: 12 de mayo de 2008

Sección: 1

Ayudantes: Marcelo Rojas D.



La implementación tecnológica en las comunidades mapuches agrícolas es necesaria y no genera una pérdida en su identidad como tal, sino que ayuda a superar los desafíos que le impone la globalización.


El empobrecimiento de las comunidades mapuches ha provocado la emigración de una gran cantidad de población indígena desde las zonas en las cuales se originó y se desarrolló su cultura (más de la mitad de la población ha emigrado a zonas urbanas, de hecho el 30.27% del total vive en Santiago). Se afirma incluso, que la llamada "cuestión indígena en Chile" está más asociada a sectores urbanos que rurales; se puede advertir que del total de indígenas chilenos, un 79.63% declaró vivir en ciudades y solo el 20.37% restante habita en sectores rurales. 1"


Dicho empobrecimiento se encuentra ligado estrechamente con la tierra, las comunidades mapuches no han podido aprovechar dicho recurso para poder mantenerse.

Es así que su actividad económica se encuentra severamente ligada a la agricultura. La globalización y la apertura a los mercados internacionales, con los TLC, han llevado a los campesinos mapuches, y en general a toda la comunidad campesina tradicional a ver como su producción se desvaloriza, y como cada vez más los requerimientos internacionales hacen que ellos jueguen un papel secundario en cuanto a competitividad y presencia. Dicho proceso, entonces, más que favorecer a las comunidades agrícolas ha llevado al aumento de la brecha tecnológica. Esto provoca que la emigración sea un proceso obligado a la hora de buscar mejores oportunidades, llevando a las comunidades mapuches a integrarse a contextos socioculturales donde su propia identidad cultural no tiene cabida. Lo anterior no desconoce a aquellos quienes por opción han decidido dejar su lugar de origen, sino que busca que dicha capacidad de optar esté dada para todos.


Es necesario entonces se gestionen nuevas políticas sociales que permitan a las comunidades mapuches adecuarse a los nuevos desafíos que implica la globalización, por medio del acceso a nuevas tecnologías agrarias, dentro de un contexto de integración recíproca y considerando que sus necesidades se adecúan a preceptos culturales diferentes a los nuestros. Esto no se limita solamente a nuestra realidad nacional, sino que se ha visto que “las variables étnico culturales y el respeto a la diversidad en la implementación de políticas sociales están pesando fuertemente en las propuestas de desarrollo de los países emergentes”2.


La implementación de estas leyes, implican intrínsicamente una discriminación positiva hacia las comunidades indígenas, las que son necesarias a la hora de favorecer la rapidez, eficiencia y objetividad con que son entregados sus beneficios. Es necesario también asegurar que no se produzca algún tipo de problema dado por un favoritismo legal. En torno a esto Sebastián Donoso R., en su Paper acerca de la política indígena afirma “Lo razonable y prudente es optar por fórmulas de discriminación positiva que no tengan efectos colaterales negativos…”. Dentro de este contexto, una opción para superar este problema sería por ejemplo, entregar el mismo beneficio por medio de marcos legales pertinentes, a campesinos que se encuentren en situaciones similares.


En contraposición podría afirmarse que existen políticas publicas centradas entorno al tema, como “La ley núm. 19.253 que establece normas sobre protección, fomento y desarrollo de los indígenas, y crea la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena; el decreto núm. 150 que fija el Reglamento sobre organización y funcionamiento del Registro Público de Tierras Indígenas, y el Decreto supremo núm. 395 que aprueba el Reglamento sobre el Fondo de Tierras y Aguas Indígenas” 3


Aún cuando se reconocen los logros obtenidos a través de estas leyes, no se puede afirmar que apunten directamente a mejorar la capacitación e integración agrícola tecnológico en las comunidades mapuches, y en el contexto de la globalización, no han podido cumplir con las demandas actuales de la comunidad.


Cuando se plantea la necesidad de integración tecnológica, no se busca obligar a la comunidad a integrarse al proceso de globalización, menos a aumentar el deterioro de su cultura; sino que se busca poder optimizar sus actividades agropecuarias para que se potencien y puedan prevalecer en el tiempo, permitiéndoles ser más competitivos, pudiendo así ser una verdadera fuente de recursos económicos.

El desarrollo de la actividad económica asociado a la agricultura es factible, se reconoce incluso que “Los pueblos indígenas cuentan con un rico patrimonio de conocimiento tradicional relacionado con plantas medicinales, variedades de alimentos demandadas por los consumidores y otros conocimientos de gran valor. Los empresarios, pensando en patentar y vender este conocimiento, detectaron rápidamente el potencial de mercado implícito en él.”4 Lo que ha llegado incluso generar problemas con la apropiación indebida de conocimiento, producto de la desinformación por parte de las comunidades indígenas, factor que refuerza el tema de la debilidad en cuanto a las legislaciones existentes.


No obstante esto, si se pudiese potenciar la actividad económica, a través de la capacitación, implementación e innovación tecnológica, se podía lograr entonces, que las comunidades vean en sus actividades tradicionales una fuente de recursos que les permitan a la vez, permanecer en sus tierras y conservar su cultura.


No es posible negar que la integración tecnológica lleve a la modificación de practicas agrícola-culturales ancestrales, pero dicha modificación se justifica si pensamos en que el cambio y deterioro cultural sería mayor si, producto del desaprovechamiento de las tierras, tuviesen que emigrar a la cuidad. Cabe destacar también, que la utilización de tecnologías y por ende maquinarias agrícolas, no se encuentra ajena a la realidad, podemos mencionar, por ejemplo, que el 40.8% de los agricultores mapuches poseen enfardadoras y el 32.1% posee desparramadoras de abono5. No obstante esto, se evidencia un bajo porcentaje, de la cantidad de maquinaria utilizada en general, lo que reafirma lo planteado anteriormente.


Si analizamos ahora, los rendimientos en quintales por hectárea de los productores agrícolas, podemos evidenciar que distan poco de las medias nacionales. Lo que indica que la actividad agrícola mapuche podría aumentar aún más con la implementación de nuevas tecnologías.


En conclusión, con la integración agrícola tecnológica lo que se busca es potenciar las actividades mapuches ligadas a la tierra, permitiéndoles tener una mayor competitividad y adecuarse a los nuevos requerimientos. En torno a esto, se afirma que La posibilidad constructiva de apoyar con mayor ahínco las actividades de las culturas locales no sólo las fortalecería, sino también les permitiría enfrentar una competencia más igualitaria.6


Esto les permitiría a las comunidades tener la capacidad de optar por seguir desarrollando su vida en torno a la tierra, de modo que la emigración sea una de las posibilidades existentes y no la única salida para poder surgir; solo así podremos decir que existe una verdadera libertad. La libertad cultural es una dimensión importante de la libertad humana, pues resulta decisiva para que la gente viva de acuerdo con sus preferencias y tenga la oportunidad de escoger entre las opciones a su disposición7.


Finalmente, si pensamos en por qué es tan importante la integración agrícola tecnológico en las comunidades mapuches e indígenas en general, si hay muchos otros problemas que le anteceden, y que aún no están resueltos; debemos entender que en el marco de la productividad y sustentabilidad de las actividades agropecuarias, en el contexto de los nuevos requerimientos del mercados, y considerando la propuesta de una mejor oportunidad a las comunidades mapuches. Se ha demostrado que quienes tienen mayor apertura al mercado, no son sólo los que tienen mejor capacidad económica sino los que tienen tecnologías que les permite hacer más eficiente y sustentable su producción.

1 Valenzuela Rodrigo. La Población Indígena de la Región Metropolitana. CONADI 1995. Página 38.

2 Alarcón Ana M, Vidal Aldo y Neira Rozas Jaime, Salud intercultural: elementos para la construcción de sus bases conceptuales, Revista médica de Chile, 131: 1061-1065, 2003

3 Chile, [en línea], [fecha de consulta: 9 mayo 2008], Disponible desde Internet:

<http://www.amdh.com.mx/ocpi/documentos/docs/4/4/01/05/10.pdf#search=%22distribucion%20de%

20lapoblacion%20mapuche%20en%20chile%22>

4 Informe sobre el desarrollo humano 2004, por Sakiko Fukuda-Parr et al. New York, Estados Unidos, editorial Mundi-Prensa, 2004. 285 p.


5 Apey Alfredo, Tapia Bernabé, Guevara Gabriela, Ramirez José y Solivelles Viviana. Agricultura Mapuche, análisis sociespacial a partir del VI censo nacional agropecuario, [en línea] Publicación de la ODEPA en conjunto con la CONADI, Santiago, marzo de 2001 [fecha de consulta: 9 de mayo de 2008]. Disponible en: http://www.odepa.gob.cl/odepaweb/servicios-informacion/Mapuches/Mapuches.pdf

6 Informe sobre el desarrollo humano 2004, por Sakiko Fukuda-Parr et al. New York, Estados Unidos, editorial Mundi-Prensa, 2004. 285 p.


7 Informe sobre el desarrollo humano 2004, por Sakiko Fukuda-Parr et al. New York, Estados Unidos, editorial Mundi-Prensa, 2004. 285 p.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La temática planteada por el autor de este ensayo,es muy interesante. Cada día vemos las poblaciones indígenas, y en especial la mapuche, deben buscar soluciones a sus actuales problemas (aducidos en el ensayo), solo adecuándose a la cultura y sociedad chilena con todas sus implicancias.
Creo que la implementación de tecnología en las comunidades agrícolas mapuches debe ser un derecho. No porque se implemente tecnología, ellos van a perder su identidad, todo lo contrario, la potenciarían (no por algo ha sobrevivido hasta ahora), haciendola más conocida aquí,en nuetro país y en el mundo.
Si bien en cierto, que el estado, ha tomado cartas en el asunto, creo que es responsabilidad de todos los chilenos, hacernos partícipes en el mantenimiento de su riquesa cultural, si no lo hacemos estaríamos perdiendo parte de nuestra identidad y de Nuestra historia.
Laura De La Fuente F.